N EN EL DEPORTE

Las necesidades nutritivas en la práctica del deporte
En una sociedad en la que la mayoría de la población lleva una vida sedentaria, todas las personas deberían realizar ejercicio de forma regular, adaptado a su edad, sexo, estado de salud y preferencias personales.
Los estudios realizados en las últimas décadas demuestran que la práctica regular de ejercicio aporta grandes beneficios para la salud: previene enfermedades cardiovasculares, la obesidad y el estreñimiento, mejora el sistema inmune, disminuye el riesgo de osteoporosis, es beneficiosa en el control de la diabetes. Además de para el cuerpo también es bueno para el estado psicológico, mejora la depresión, aumenta el rendimiento intelectual, etc.
El “combustible” para el deporte
El metabolismo o conjunto de reacciones químicas que tiene lugar en nuestro organismo conlleva un consumo de energía. Esta energía procede de los alimentos y del oxígeno que respiramos.
La práctica deportiva puede ser larga o corta duración y de baja o alta intensidad. En función de estos factores el cuerpo utilizará unas vías u otras para la obtención de energía:
-          Ejercicio breve y explosivo. Utilización de fosfocreatina y glucólisis anaeróbica
-          Ejercicios de duración menor de 40 minutos. Utilización principalmente de glucógeno y glucosa por vía aeróbica y secundariamente por vía anaeróbica.
-          Ejercicios de duración mayor de 40 minutos y menor de 120. Utilización de grasa como principal combustible energético y uso de glucógeno por vía aeróbica.
-          Ejercicios de duración mayor de 120 minutos, mayor aporte de grasas y utilización de glucosa proveniente de la sangre circulante. La glucosa procedente del glucógeno será el limitante en cierto tipo de esfuerzos como la maratón.


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